Hasta ahora, siempre que nos hemos comunicado con alguien, de cualquiera de las formas menos la directa, ha sido sin poder ver a nuestro (o nuestros) contertulios. Existen muchas y variadas formas de comunicación. Podemos escribirnos cartas o mensajes, enviarnos correo electrónico, incluso podemos hablar directamente a través del teléfono, pero no conseguimos saber cuál es el aspecto que en ese momento presenta el receptor, ni él el nuestro. Hemos visto cientos de veces, en las películas de ciencia ficción, (sobre todo en las de Star Trek) cómo unos y otros se ven y hablan a través de una pantalla, casi como si estuvieran en la misma sala. Es lo que siempre hemos considerado como el "teléfono del futuro", el videoteléfono. De nuevo la tecnología informática, en su imparable carrera, pone al servicio de sus usuarios un nuevo medio de comunicación que viene a ser un pariente del correo electrónico convencional y del (ya no tan futurístico) videoteléfono. Es la videoconferencia. Los sistemas de videoconferencia parten de un ordenador personal al que hay que añadirle una serie de dispositivos; una pequeña cámara, un micrófono y un módem. La comunicación se realiza a través de la línea telefónica. Existen dos clases de líneas de teléfono: la RTC (Red Telefónica Conmutada) y la RDSI (Red Digital de Servicios Integrados). La primera es la más extendida, la que usamos todos diariamente; la segunda es más sofisticada, pero en el futuro pasará a ser la "normal". Un inciso... Actualmente hay en la Internet un sistema de videoconferencia múltiple (CU-Seeme, see you-see me, te veo-me ves), multiplataforma y de libre acceso, que puede considerarse el "preprototipo" de lo que veremos en un futuro. ...Y un aviso. Además de que necesitas tener una cámara y un micrófono, no intentes acceder a ella a través de la línea de teléfono convencional ni con un módem de 28.800. La RDSI Para la videoconferencia es necesario utilizar la RDSI, que emplea conductores de fibra óptica y no de cobre, como la RTC. Hay dos tipos de conexión RDSI: la básica y la primaria. La conexión básica nos permitirá disponer de dos líneas con un ancho de banda de 64 Kbits (64.000 bits); la conexión primaria nos proporcionará 30 líneas de 64 Kbits. En éste último caso, podemos configurarlas como 5 líneas con un ancho de banda de 384 Kbits ó como una de 1.920 Kbits. Transmisión de datos Sin embargo el vídeo en tiempo real desbordaría estas líneas. Para solucionar esto se recurrirá a la compresión de imágenes, ya sean estáticas o en movimiento. El sistema de compresión detecta qué parte de la imagen permanece fija (por ejemplo el fondo de nuestro lugar de trabajo) y cuales, por el contrario, cambian constantemente (nuestra cara). De esta forma, la parte inmóvil se transmitirá una vez comprimida como imagen parada; mientras que el resto del vídeo, el que se mueve, se transmitirá con complejos métodos de compresión de vídeo en tiempo real. Lo ideal será disponer de una tarjeta específica. Actualmente existen tarjetas MPEG que permiten realizar ésta función liberando al microprocesador principal de esta tarea, lo que redunda en una mayor calidad y velocidad. El módem no podrá ser de menos de 28.800 bps. La videoconferencia puede ser entre dos personas o entre un grupo de varias (CU-Seeme permite conectar a varios a la vez), cómo podemos hacer actualmente con las charlas (escritas) de los BBS que tienen varias líneas telefónicas. Uno de los aspectos más interesantes de la videoconferencia será la posibilidad de compartir aplicaciones. No me refiero a poder intercambiar archivos utilizables en una misma base de datos, sino a que dos o más personas trabajen, al mismo tiempo, con el mismo programa, como si estuvieran ante el mismo ordenador. La videoconferencia personal o múltiple, permitirá, por ejemplo, realizar una reunión con todos los directivos de una multinacional, cada uno desde el país en el que trabaja. Podrán verse, o mostrarse los datos o proyectos que sean necesarios, sin tener que moverse de su despacho, lo que mejorará la comunicación entre todos los miembros y reducirá costes y tiempo. Hay varias empresas en todo el mundo que fabrican estos sistemas de videoconferencia. El estándar que siguen es la norma H.320 y las características, precios y prestaciones varían entre unas y otras, lo que significa que podemos elegir la que más se adapte a nuestras necesidades. En España... Aunque la RDSI funciona en España desde hace unos 6 años, fue en 1993 cuando Telefónica, ante la amenaza que la suponía la pérdida del monopolio en las telecomunicaciones, puso en marcha el Plan Fotón, un proyecto para "cubrirse las espaldas" de cara a un futuro ya próximo. El plan consistió en llevar líneas de fibra óptica a unas 15.000 manzanas en las principales ciudades de España. Las ventajas de la fibra óptica son obvias. Desde su mayor capacidad y velocidad, hasta su mayor seguridad ante las interferencias y los "pinchazos", entre otros. Actualmente, los principales usuarios de esta red son las grandes empresas, sobre todo los bancos. Precios orientativos Las tarifas de líneas RDSI españolas dependen de si la conexión es básica o primaria. En caso de ser básica, el alta cuesta unas 35.000 pesetas, y el abono mensual unas 6.000. Si elegimos la conexión primaria influyen más factores: el alta en un núcleo urbano ronda el millón de pesetas, mientras que si es desde una zona rural nos costará el doble. El abono mensual será de cien mil pesetas en el primer caso y de unas ciento cincuenta mil en el segundo. De cualquier modo, la tarifa a aplicar es la misma que en los teléfonos normales. Eso si: multiplicado por tantos canales como usemos en la comunicación. En España podemos conseguir equipos personales desde 300.000 pesetas o sistema que permiten conexiones múltiples que cuestan hasta varios millones de pesetas. En ambos casos dependerá de las características y las opciones adquiridas.